viernes, 12 de agosto de 2011

Vacaciones

Odio la escalada, bueno en realidad no la odio, pero eso lo que me digo a mi mismo cuando tras un tiempo de parada por la causa que fuere, vuelvo a escalar y trato de repetir ese paso que con facilidad resolví hace tres semanas. Los cantos parecen ahora más pequeños y mi cuerpo más pesado. Me me vuelvo a caer y repito “¡La odio!”...
¿Te ha pasado alguna vez? Yo creo que esta es la principal razón por la cual, si por mi fuera nunca dejaría de escalar, para simplemente no tener que volver después. Pero bueno, no quiero que este post suene a queja, mucho menos cuando en mi caso la parada fue por estar de vacaciones. Además si lo miro mas detenidamente, también le puedo ver cosas positivas a este asunto.
Veras; ¿Has soñado alguna vez con una vía? ¿O con un paso? A mi me pasa a menudo, pero es mucho mas agudo cuando no puedo escalar. Por ejemplo no puedo contar las veces que soñé con “La Asfixia” mientras estaba en Escocia a mas de 2000km de distancia de poder probarla, concretamente en mis sueños me caía una y otra vez después del paso, pero bueno eso no es relevante ahora, lo que quiero decir con todo esto es que así, gracias a cosas como esta, son al menos las ganas lo que entrenas cuando paras.

Además el “volver” puede tener esa pequeña magia de pasar de página, de empezar de nuevo, con la ventaja de saber que por ahí ya has pasado.
Resumiendo, si fueras escritor después de parar un tiempo de escribir, no te acordarás ni de cómo se coge el boli, pero al menos tendrás mil cosas nuevas para contar, con la escalada resulta parecido, ya no te agarras ni de los cazos pero al menos, tienes ganas e ilusión para retomar viejos proyectos y/o emprender nuevos.
Bueno para despedirme lo haré con una frase que una vez leí en el blog de Eva Lopez, ¡Ea! “que no falte nunca una vía en tus sueños” ... ¡Umm! Lo que me recuerda que tengo que ponerme a entrenar, ya.
Pd; Las fotos que acompañan esta entrada son del pasado mes de Julio el Naranjo. No se me ocurre mejor forma, sitio y compañía para acabar una temporada.
¡Gracias Jaime, Chuchi y Rubén!

2 comentarios:

Txutxi dijo...

Gracias a ti. Sin ti la aventura no hubiera sido posible. Sin ti no habria podido subir hasta alli arriba. Si ti mi espejismo no se hubiera hecho realidad.

Jose Alberto Puente dijo...

Fueron tus pies los que subieron hasta Vega Urriello, tus hombros los que cargaron tu mochila a cuestas, tus manos las que se agarraron al Picu, en definitiva; fuiste tú el que escalo el Naranjo de Bulnes, yo solo te acompañe e hice alguna foto por el camino.
¡Cuídate y escala mucho!