martes, 30 de agosto de 2011

La Hermida Reload – Parte I

Las vías de escalada a diferencia de las setas no crecen por ahí solas esparcidas por el viento, sino que por el contrario son el fruto de generalmente mucho trabajo, esfuerzo y también dinero.
Berto en "Mala Vida"
Empiezan, nacen de la imaginación de un escalador/es que en su cabeza dibuja una línea en una pared virgen, mientras se imagina un paso tras otro, para mas tarde ya con un taladro en la mano, proteger lo que será el camino y con un cepillo en la otra, limpiar hasta sacarle brillo.

Cuando encadeno una vía no se me olvida que gracias a que alguien la equipó, hoy la puedo escalar.

Espolón de La Hermida
El Desfiladero de La Hermida se ha convertido uno de los mejores sitios para escalar del Norte de España. Diferentes estilos y un inmenso potencial que se convierte en más roca de la que podrías escalar en tres vidas si le sumas zonas cercanas como; el Desfiladero del Cares, el Desfiladero del Duje, Liébana… ¡Uff! ¡Mucho curro!
La última parte de la vía es espectacular.
No debo ni puedo decir a cada uno lo que debe de hacer con su tiempo, allá cada uno con su moral, simplemente quería indicar que equipar es también a veces arrimar el hombro, asegurar, limpiar, acondicionar, probar, colaborar, portear, etc. y de esto seguro que todos podemos hacer o dar un poco más.

Aprovechar también para dar las gracias esos equipadores del Desfiladero nombres propios como son: Berto, Carlos, Oscar, Emma, Dani, Alex, Javi, Cholo, Churra, Fran, Mariano, Javier, Mariluz, Reini, Ramón, Bolado, Jorrín, Laura y tantos otros. Sin duda, alguno de los mejores renglones de escalada que he leído llevan vuestra firma.
Reposando
Las fotos de este post las hice el pasado sábado y son de Berto en el nuevo sector de La Hermida y hasta aquí puedo leer.

¡Escalad mucho!

viernes, 12 de agosto de 2011

Vacaciones

Odio la escalada, bueno en realidad no la odio, pero eso lo que me digo a mi mismo cuando tras un tiempo de parada por la causa que fuere, vuelvo a escalar y trato de repetir ese paso que con facilidad resolví hace tres semanas. Los cantos parecen ahora más pequeños y mi cuerpo más pesado. Me me vuelvo a caer y repito “¡La odio!”...
¿Te ha pasado alguna vez? Yo creo que esta es la principal razón por la cual, si por mi fuera nunca dejaría de escalar, para simplemente no tener que volver después. Pero bueno, no quiero que este post suene a queja, mucho menos cuando en mi caso la parada fue por estar de vacaciones. Además si lo miro mas detenidamente, también le puedo ver cosas positivas a este asunto.
Veras; ¿Has soñado alguna vez con una vía? ¿O con un paso? A mi me pasa a menudo, pero es mucho mas agudo cuando no puedo escalar. Por ejemplo no puedo contar las veces que soñé con “La Asfixia” mientras estaba en Escocia a mas de 2000km de distancia de poder probarla, concretamente en mis sueños me caía una y otra vez después del paso, pero bueno eso no es relevante ahora, lo que quiero decir con todo esto es que así, gracias a cosas como esta, son al menos las ganas lo que entrenas cuando paras.

Además el “volver” puede tener esa pequeña magia de pasar de página, de empezar de nuevo, con la ventaja de saber que por ahí ya has pasado.
Resumiendo, si fueras escritor después de parar un tiempo de escribir, no te acordarás ni de cómo se coge el boli, pero al menos tendrás mil cosas nuevas para contar, con la escalada resulta parecido, ya no te agarras ni de los cazos pero al menos, tienes ganas e ilusión para retomar viejos proyectos y/o emprender nuevos.
Bueno para despedirme lo haré con una frase que una vez leí en el blog de Eva Lopez, ¡Ea! “que no falte nunca una vía en tus sueños” ... ¡Umm! Lo que me recuerda que tengo que ponerme a entrenar, ya.
Pd; Las fotos que acompañan esta entrada son del pasado mes de Julio el Naranjo. No se me ocurre mejor forma, sitio y compañía para acabar una temporada.
¡Gracias Jaime, Chuchi y Rubén!